domingo, 28 de noviembre de 2010

CULTURA DE LA REMEZCLA Y CREATIVIDAD COLECTIVA


La irrupción de internet y las nuevas tecnologías en nuestras vidas ha cambiado el modo de hacer y consumir cultura. Mientras que anteriormente la creación y distribución de la cultura estaba en manos de unos pocos, hoy en día ha aumentado el número de creadores y la separación entre creador y consumidor se hace difusa.

Una de las críticas que recibe esta forma de creación es, precisamente negarla, es decir, considerar que no se crea nada nuevo. Yo, sin embargo no estoy de acuerdo. ¿Qué idea en la historia de la humanidad ha surgido de la nada? Desde el fuego hasta la creación más vanguardista han sido fruto de de pequeños cambios en los conocimientos o ideas anteriores. Toda creación parte de otra ya existente. Los movimientos culturales han ido surgiendo como consecuencia de uno anterior, transformándolo más o menos sutilmente, pero apoyándose y aprovechando sus sus ideas.

Es verdad que no todo lo que se crea es novedoso y aporta nuevas ideas, pero esto siempre ha sido así, y al final los consumidores decidirán que es lo que les interesa e irán haciendo una selección.

Pienso que se trata más de un tema económico. Hasta ahora los creadores han constituido un grupo pequeño privilegiado que ha generado una importante actividad económica que ahora se ve amenazada. El grupo ya no es tan pequeño, ni tan privilegiado. Todo el mundo puede participar en la creación. Y también genera un negocio económico, sólo que por otras vías; la distribución, difusión y consumo de las creaciones siguen nuevos modelos.

Para mí lo verdaderamente importante es la palabra "colevtiva" y los dos conceptos que van asociados: colaborar y compartir.

Estoy de acuerdo con Izaskun cuando se pregunta qué sería de nuestro trabajo o de nuestra faceta más personal si no fuese por todas esas ideas compartidas por la gente: blogs vídeos, presentaciones, artículos...

El software libre, la wikipedia... son producto de la colaboración.

Este nuevo canal (internet) permite reunir esfuerzos, ideas y desarrollar la cooperación.

En un mundo con un sistema basado en los beneficios económicos, lo que potencia la individualidad y la competitividad, ¿no es de agradecer y aplaudir el surgimiento de la cultura del compartir y colaborar (con todas sus limitaciones y fallos)?

No debemos menospreciar esta nueva forma de creatividad, la colectiva. Lo que es más o menos creativo o novedoso irá cayendo por su propio peso (com hasta ahora).

La duda que me surge es: ¿hasta cuándo esta creatividad colectiva estará basada en la colaboración altruista ( o, por lo menos , no basada en intereses económicos)? Ojalá sea de verdad un nuevo modelo de cultura.

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